Cultura

Un brasileño en Kuala Lumpur: El Parque KLCC y Roberto Burle Marx.

Compartir una conversación con el embajador brasileño en Malasia, Ary Norton de Murat Quintella, es siempre un placer y una experiencia enriquecedora. En esta entrevista, nos habla de su nuevo libro, que explora la obra y legado del maestro del paisajismo Roberto Burle Marx en los jardines de las Torres PETRONAS en Kuala Lumpur. Es una oportunidad invaluable para adentrarse en la rica intersección entre arte, naturaleza y cultura brasileña.
En su investigación para el libro titulado “A Brazilian in Kuala Lumpur: The KLCC Park and Roberto Burle Marx” (Un Brasileño en Kuala Lumpur: El parque KLCC y Roberto Burle Marx), el embajador reflexiona sobre la trascendencia del diseño de espacios verdes y su impacto en el mundo contemporáneo.
El parque KLCC se ha convertido en uno de los íconos de Kuala Lumpur. Con las imponentes Torres Gemelas Petronas y los edificios adyacentes como telón de fondo, probablemente sea la imagen más representativa de la capital malaya. El parque jugó un papel crucial en la reestructuración urbana del área del KLCC y sus alrededores, y rápidamente se estableció como el corazón de la ciudad, un punto de encuentro para la comunidad.
Cuando le preguntamos sobre su tiempo en Malasia, comentó: — He sido embajador de Brasil en Malasia desde enero de 2020, justo antes de que comenzaran las restricciones por la pandemia de COVID-19. Desde mi llegada, tengo la fortuna de disfrutar de la vista del parque diariamente, ya que resido frente al KLCC. En muchos sentidos, este parque es el más importante de Kuala Lumpur. No solo por su ubicación céntrica, sino también por la cantidad de visitantes, especialmente los fines de semana. Curiosamente, poca gente sabe que fue diseñado por Roberto Burle Marx.
Al investigar sobre Malasia antes de mi traslado, descubrí algunas menciones de que el parque había sido diseñado por el Estudio Burle Marx. Al principio, dudé de su veracidad, creyendo que se trataba de un mito. Sin embargo, me sorprendió descubrir que, efectivamente, el célebre artista y paisajista brasileño fue seleccionado para este proyecto.
Es realmente admirable que, pese a haber sido contratado en el último año de su vida, Burle Marx, ya con más de 80 años, visitó Malasia en dos ocasiones. Quiso conocer el lugar en persona, comprender el entorno y familiarizarse con la flora local. Viajó a varios lugares del país, incluyendo Borneo, y hay registros fotográficos de su visita a Sabah. El parque KLCC fue uno de sus últimos grandes proyectos, y el único en Asia.

¿Por qué se eligió a Burle Marx y quién ejecutó finalmente el proyecto?
A primera vista, puede parecer sorprendente que Malasia decidiera, en los años 1990, contratar a Roberto Burle Marx, un paisajista de un país tan lejano, para diseñar el parque en el centro del nuevo distrito financiero de su capital. Sin embargo, en ese momento Burle Marx era reconocido como el paisajista más célebre del mundo.
Burle Marx se distinguía por su habilidad para crear jardines sinuosos y exuberantes, donde integraba ejemplares de flora local, similar a la de países tropicales como Brasil y Malasia. Interpreto que esta obra simboliza las similitudes entre ambas naciones, a pesar de la distancia geográfica, y se erige como un emblema del potencial de colaboración entre los pueblos de estos dos países.
El proyecto en Malasia fue, de hecho, uno de los últimos trabajos del paisajista brasileño, quizás incluso el último, y fue inaugurado pocos años después de su fallecimiento. La ejecución del diseño quedó en manos de su socio, Haruyoshi Ono.
¿Es fácilmente perceptible la influencia brasileña?
Sí, sin duda. Un brasileño que camina por el parque reconoce de inmediato que es un diseño de Burle Marx. ¿Por qué? Porque el parque posee varias características típicas de sus proyectos: abundante presencia de agua, numerosos parterres, generalmente con una misma especie de planta. Por ejemplo, hay un parterre de palmeras, otro variedades de bromelias locales, etc. Además, el parque tiene un detalle que pocos, aprecian y es que se percibe mejor desde arriba. Vivo frente al parque, en el piso 19, y desde mis ventanas puedo observarlo. El suelo del parque está decorado con baldosas que, en varias secciones, incluyen azulejos. Estos mosaicos forman patrones similares a los que se encuentran en el paseo de Copacabana, como también en sus diseños de Brasilia y Miami.
Es importante recordar que Burle Marx no fue solo un paisajista, sino también un destacado artista. En muchos de sus proyectos, incorporó baldosas con diseños curvos, orgánicos o lineales. En el paseo marítimo de Copacabana y aquí, en Kuala Lumpur, estas baldosas crean patrones geométricos como triángulos, cubos y otras figuras. Estos mosaicos no cubren todo el parque, sino que están distribuidos en áreas específicas, como cerca del estacionamiento de ExxonMobil. Desde la altura, se puede apreciar claramente estos patrones.
Además, en este parque, Burle Marx aprovechó al máximo la flora típica del sudeste asiático, lo que resulta fascinante, ya que, aunque mantiene su estilo inconfundible, incluye especies menos comunes en Brasil. Tal como lo hizo en el Palacio Itamaraty, en Brasilia, donde estableció un diálogo armonioso entre el edificio y sus jardines, en el parque KLCC logra una interacción similar entre el entorno natural y los edificios que lo rodean. Hoteles, centros comerciales y las icónicas Torres Petronas cobran protagonismo cuando se contemplan desde el parque, y, bajo los árboles, según la luz del día, los edificios adquieren un tono verdoso. Aquí, el público puede pasear, relajarse y admirar la diversidad de la flora malaya.

¿Qué motivó la realización de este libro?
Tengo la presencia del parque en Kuala Lumpur como algo muy importante, y quería hacer algo sobre este vínculo, esta conexión cultural entre Brasil y Malasia un poco desconocida. La idea de este libro surgió tras investigar sobre el proyecto. Luego de establecer contacto con el Instituto Burle Marx en Brasil, pero también fue impulsada por un acontecimiento importante: la inscripción del Sitio Roberto Burle Marx en Rio de Janeiro en la Lista del Patrimonio Mundial. En 2021, la UNESCO reconoció oficialmente este sitio, subrayando el papel fundamental que jugó en el desarrollo del concepto de jardín tropical moderno, el cual ha influido en el paisajismo a nivel global. La UNESCO describió los proyectos de Burle Marx como «obras de arte vivas y tridimensionales».
Marcó un hito histórico, ya que fue la primera vez que un jardín tropical moderno recibió tal distinción. Este reconocimiento no solo es importante para Brasil, sino que también resuena en Malasia.
Burle Marx no solo creó el concepto de jardín tropical moderno, sino que también dejó una huella profunda en el desarrollo de jardines en todo el mundo. Tuve el privilegio de visitar el Sitio Roberto Burle Marx, abierto al público, lo que me permitió comprender mejor su visión del paisajismo. Además del Parque KLCC en Kuala Lumpur, diseñó parques emblemáticos en ciudades como Caracas, Santiago, los Jardines Interiores de la UNESCO en París y el Biscayne Boulevard en Miami. Su influencia en el paisajismo moderno ha sido inmensa, y este reconocimiento de la UNESCO es un testimonio de su legado global.
Vivir cerca del parque me permite caminar por él casi a diario. Tal como Burle Marx lo imaginó, es un «ambiente tranquilo y edificante». Para mí, simboliza el vínculo entre Malasia y Brasil. Los elementos que caracterizan el trabajo de Burle Marx, como los cuerpos de agua, el uso abundante de palmeras agrupadas y los patrones geométricos de las baldosas, son inconfundibles. Podría estar en cualquier ciudad brasileña como Río de Janeiro, São Paulo, Brasilia o Recife, pero lo que lo distingue son las plantas, mayoritariamente nativas de Malasia. Algunos amigos malayos incluso comentan que los azulejos del parque, según el ángulo, recuerdan a los patrones del batik, lo que crea una interesante fusión estética entre ambas culturas.
-¿Cuáles han sido las satisfacciones y los desafios de realizar este libro?
Las mayores satisfacciones y desafíos en la realización de este libro fueron, sin duda, la revisión del material, desde los primeros bosquejos hasta la investigación y la digitalización de todo el contenido. Este proceso permitió que el material ahora este disponible para futuras investigaciones. El Instituto Burle Marx clasificó y envió el material una vez procesado, pero por supuesto también tuvimos que contratar una editorial en Malasia,y un diseñador gráfico que elaboró el diseño del libro.
Contiene mucho material nuevo. Este contenido es tan inédito que ni siquiera los empleados del Instituto ni muchos profesionales del área lo habían visto antes. Gracias al acuerdo con la Embajada de Brasil en Malasia, se contrataron investigadores para profundizar en el material. No obstante, el proceso de catalogación fue muy laborioso y requirió mucho tiempo, lo que supuso un gran esfuerzo por parte de muchas personas. Quizás el mayor reto fue reunir los fondos necesarios para materializar el libro y pagar a los investigadores y demas costos. Sin embargo, las satisfacciones han superado con creces los desafíos.

Este proyecto es un resultado tangible de mi trabajo aquí y algo que considero muy valioso. Como he mencionado en otras ocasiones, el trabajo de un diplomático a menudo solo se aprecia años después.
Al dejar mi puesto, en esta ocasión, habré dejado un legado concreto en forma de material fotográfico y literario que considero importante para las relaciones bilaterales.
Aunque a primera vista las dos naciones pueden parecer muy distantes, existen similitudes significativas entre ellas: ambos países están en desarrollo, tienen ingresos medios altos, son multiculturales y enfrentan algunos desafíos similares, como el cambio climatico. Lo que nos recuerda otra faceta de Burle Marx, el aspecto conservacionista de su vida, en sus palabras: “Muy pocos tienen el privilegio de encontrar la naturaleza aún intacta, sintiendo la expectación de un bosque, cuando el sol comienza a salir, el inmenso silencio de la montaña o de la tundra, donde el hombre simplemente pasa. Existe la paz que sobrepasa todo entendimiento, la paz que el hombre, poco a poco, va eliminando de la faz de la Tierra. Nunca volveremos a encontrar la paz del Edén, pero podemos intentar acercarnos a él, creando entornos relajantes y edificantes”. Este maravilloso texto es es un fragmento de una conferencia pronunciada en 1962, titulada “El jardín como forma de arte”, el paisajista brasileño afirmó que “un jardín debe ser, en definitiva, una obra de arte como una pintura, una escultura, una sinfonía, una tapiz”. Es un honor participar de la divulgacion de los ideales y la obra de Roberto Burle Marx.

En conmemoración del 30º aniversario del fallecimiento de Roberto Burle Marx, y como homenaje a su legado, la Embajada de Brasil publicó el libro «Un brasileño en Kuala Lumpur: el Parque KLCC y Roberto Burle Marx». Esta edición limitada, financiada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, incluye cuatro ensayos (uno del Embajador de Brasil y dos de antiguos colaboradores de Burle Marx en Malasia), junto con alrededor de 100 imágenes inéditas. Entre ellas se encuentran bocetos del Parque KLCC y notas que detallan las ideas principales que guiaron su diseño, proporcionadas por el Instituto Burle Marx. El libro ha sido distribuido a autoridades locales y destacado en importantes medios de comunicación de Malasia y Brasil.

Autora: Mariana Mancini.