Liza Ho: Entre Dos Mundos – La Visión de una Galerista Latino-Asiática en el Mundo del Arte Contemporáneo

Liza Ho con sus raíces latinoamericanas y asiáticas, ha logrado trazar un camino singular en el mundo del arte contemporáneo en Malasia. Nacida en Guatemala y de ascendencia asiática, creció con una visión del mundo marcada por la riqueza cultural de América Latina, y tras obtener una licenciatura en Finanzas Aplicadas en la Universidad Macquarie en Sydney, decidió trasladarse a Malasia en 2005. Esta decisión fue clave, ya que marcó el inicio de su inmersión en el arte, un universo que la atrapó y del que no ha querido escapar desde entonces.
Con más de una década de experiencia en el ámbito artístico, Liza Ho ha trabajado en la gestión de galerías, exposiciones y procesos curatoriales, y su influencia en la escena artística del Sudeste Asiático ha sido significativa. Desde su paso por la galería pionera Valentine Willie Fine Art hasta la creación de su propio espacio artístico, ha sido un motor para la promoción del arte alternativo y emergente.
La galerista es un claro ejemplo de cómo las raíces multiculturales pueden influir profundamente en la visión artística y la gestión cultural. Este artículo es un breve resumen de una charla intensa que nos llevo por aspectos culturales, artísticos, académicos e incluso al mercado de arte.
Al crecer en Guatemala, un país donde las expresiones artísticas indígenas como las del artista Antonio Pichillá Quiacaín, son profundamente valoradas, aprendió a apreciar el arte que conecta con la identidad y la comunidad. Esa misma sensibilidad la ha llevado a integrar elementos de inclusión y diversidad en sus proyectos en Malasia.

Su galería actual, The Back Room, encarna esta fusión de visiones. Para Liza, el arte no debe estar reservado para la élite, ni limitado a ser exhibido en eventos ostentosos. Según ella, el arte tiene un lugar en la vida cotidiana: en un pequeño apartamento, en un escritorio de trabajo, y en los momentos de reflexión y conversación. Esta filosofía, que refleja su experiencia en ambas culturas, hace que su galería sea un espacio íntimo y accesible, donde las obras transgresoras y experimentales se encuentran al alcance de todos.
Liza entiende el arte como un acto de comunidad. The Back Room no solo es un espacio para exhibiciones; es parte del ecosistema del Edificio Zhongshan, un proyecto de regeneración patrimonial que cofundó en 2017. Este edificio alberga una vibrante comunidad creativa con tiendas desde una cafetería artesanal hasta un local de discos punk, y más. El espacio es un ecosistema que la refleja: diverso, accesible y en constante evolución.

Lo que el Arte Consigue y lo que Queda por Traducir
El desafío que implica querer generar un espacio para un arte con un origen tan diferente, es cómo traducir estas influencias diversas en proyectos que resuenen con el público, tanto local como internacional. Su enfoque está en crear espacios íntimos y accesibles, donde el arte experimental y alternativo encuentre un lugar, un reto considerable en un mercado que a menudo privilegia lo comercial.
Proyectos como los realizados por artistas textiles, de distintas nacionalidades y contextos, cuyas obras exploran identidad indígena, muestran cómo técnicas similares pueden servir para comunicar narrativas diversas. Estos temas de identidad, religión, colonialismo e indigenismo, tan presentes en América Latina, también encuentran eco en el Sudeste Asiático, donde las historias de colonización y realidades sociales son igualmente complejas.
Si bien muchas de las imágenes y mensajes logran resonar en audiencias globales, hay matices y sensibilidades culturales que a veces no se consiguen traducir por completo. Las imágenes que emergen de estos proyectos a menudo logran conectar con la audiencia a nivel emocional e intelectual, pero pueden existir aspectos simbólicos o históricos que pueden perderse al cambiar de un contexto cultural a otro. Algunas obras pueden ser reinterpretadas de formas inesperadas, o simplemente no generan la misma resonancia emocional fuera de su contexto original. Lo que produce una tensión entre lo universal y lo particular en el arte.

A pesar de estos retos, The Back Room continúa tomando riesgos para crear un diálogo que invite a la reflexión, que active la imaginación, animando a los espectadores a explorar las historias detrás de las obras y a considerar las conexiones más profundas entre las culturas. Requiere un mayor esfuerzo curatorial, sin dudas, pero busca que el arte no sólo sea una representación visual, sino una conversación activa entre el observador y el contexto social que lo rodea.
El Mercado y su Respuesta
El mercado del arte en Malasia es muy orgánico, y requiere un esfuerzo constante de educación y formación. Presentar artistas emergentes latinoamericanos en la escena malaya, no para generar una competencia, sino como una forma de enriquecer el discurso local sumando voces sin generar un desplazamientos. Esto requiere un equilibrio cultural que respete las particularidades de cada manifestación artística.
Al gestionar proyectos interculturales, ha desarrollado una habilidad especial para identificar los elementos que resuenan internacionalmente y aquellos que requieren mayor contextualización. Las propuestas más transgresoras suelen generar una respuesta más lenta en el mercado, pero también despiertan una apreciación creciente.
Liza Ho continúa promoviendo un espacio donde el arte desafía, conecta y celebra tanto sus raíces latinoamericanas como su entorno asiático. Su galería sigue siendo clave en la construcción de puentes culturales, incluso cuando ciertos aspectos permanecen inexplorados o incomprendidos.



Autora: Mariana Mancini.